Pegados los cartones toca el papel exterior ¡precioso! , ¡rocoso! ¡venía en el proyecto! ¡No escatimamos para que quedase chuli! ...Y aparece un grave problema ¡el papel se acabó y la cueva no se forró! . No hay papel rocoso en ningún sitio , pues parece ser que solo existe en época navideña para los murales. ¡uf! ¿y ahora?
Esta menda se trajo papel marrón y papel y más papel y utilizó toda clase de pinturas, difusores, pinceles, cepillos, abrillantadores, crema de zapatos...para igualar al papel roca y ¡es que esta menda es una incrédula, una osada..! Si yo pudiera hacer papel roca y otras cosas no estaría en el Concepción Arenal. Salimos del paso con el papel que me saliuó (imita más a la piel de un animal) y por fin forramos la cueva por fuera. Dentro la recubrimos con papel marrón porque el siguiente paso es que los niños la pinten.
Os adelanto que ya no hay más obstáculos, que todo marchó sobre ruedas y que la cueva ya la quisieran
tener en la prehistoria.
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